lunes, 6 de febrero de 2012

YO NO SOY DEMÓCRATA (Perro Callejero)


Y no siéndolo me toca vivir en ella: Y me te tengo que comer lo que en su nombre se dice y se hace. E incluso a veces me da un arrebato (mal entendido como justiciero) y participo en ella siempre en contra de algo. Comprendo que la gente se crea lo de la participación ciudadana y se convenza de lo importante y necesaria que es su participación en los procesos electorales. Y luego ¿qué?. Legitimada queda cualquier tropelía que se les ocurra a los "elegidos" por el pueblo. Elevan a rango de ley o de decreto, prohibiciones absurdas que sirvan como pretexto para recaudar ingentes cantidades de dinero por la vía de la sanción. ¿Qué por la M-30 se puede circular a 90 km/h tranquilamente sin peligro? pues nada limitamos a 70 y nos forramos con las multas. ¿Qué hay contaminación?, pues hala, subimos los parquímetros. ¿Qué hay conciertos en locales perfectamente insonorizados?, nada, multazo y calla que te cierro. Te incluyo la recogida de basura en el IBI y luego te cobro una tasa por lo mismo. ¿Que quieres biblioteca?, buscamos voluntarios que lo hagan por la cara........y así hasta el infinito y mas allá.

Eso en la administración mas próxima. En la estatal ni te cuento. Aportan fondos al Banco Central Europeo para que este se lo preste a la banca privada al 1%, para que puedan comprar deuda pública emitida por los estados y obtener un jugoso 4-7 % de interés de los estados que les facilitan la pasta. El timo perfecto.

¿Recortes?, no hombre no, para los que más tienen NO. A los ricos ni tocarlos que les ayudan a ganar elecciones, hay que devolverles el favor. Si fabrican armas, montan una guerra (faltaría mas). ¿Qué pertenecen a la industria petrolera?, pues que la guerra sea en un país del golfo para que se disparen los precios del petróleo, y así con cualquier sector. Y por supuesto abaratar despidos, que a estos putos trabajadores ya les han exprimido bastante. Ahora hay que contratar acojonados en paro dispuestos a mas horas por mucha menos pasta. Y por descontado a la iglesia ni un euro de menos y ya de paso quitamos la Educación para la ciudadanía, que para eso nos apoyan desde los púlpitos. De abortar nada, necesitan abundantes nacimientos generadores de futura mano de obra beta (Huxley ¡qué bien visto!).

Lo que me resulta mas sorprendente es que no conozco a nadie que haya votado nunca al que les jode. Coño, ¿a quién votáis?. Perennes perdedores, ¿porque participáis del juego?. A mí de canijo me enseñaron que una buena ostia a tiempo no viene mal, igual hay que darles un par de ostias a los electos para que espabilen. ¿Quien le pone el cascabel al gato?. Yo me apunto, ¿alguno mas?.


Fdo: Perro callejero.



miércoles, 1 de febrero de 2012

EpC, ESTAS NOMINADA (Lilith)


Nuestro nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, Mr. Wert, expríncipe de las audiencias, nos sorprendió ayer con la muerte de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos en una rueda de prensa que, como he leído hoy en Twitter, bien podría haber sido retransmitida desde Trento.

Dado que está muy feo opinar sin saber o contrastar, pese a que los programas de mayor audiencia de la telebasura nos indiquen lo contrario, decidí informarme tras leer las declaraciones de Wert: se van a limitar a retirar las partes “polémicas”, dado que esta asignatura se había convertido en un “adoctrinamiento” perjudicial que sustituía la educación familiar. Claro, leyendo esto me imaginé un futuro Corea, con millones de jóvenes idénticos adorando al mismo gobernante.

Busqué el temario de esa peligrosa doctrina lavacerebros en páginas tan subjetivas como Redes Cristianas, y finalmente lo entendí todo. Para empezar, el curso comienza educando en el diálogo y el debate (probablemente debate a más de dos voces incluso), se atreven a enseñar a pensar, y aún peor, ¡a evaluar de forma crítica las diferentes informaciones que llegan desde los medios de comunicación!

No contentos con eso, resulta que se plantean más adelante “actividades sociales que contribuyan a posibilitar una sociedad justa y solidaria”. ¡Actividades! Una incitación clara al perroflautismo. Y no hablamos del perroflautismo aceptable, el de cerveza y quejido sin levantar el culo del sofá, sino el que rompe con los “prejuicios sociales racistas, xenófobos, antisemitas, sexistas y homófobos”. El que realiza un “consumo racional y responsable” evidentemente contrario con nuestro modelo económico, y encima para más inri, conoce sus derechos como ciudadano y consumidor. Vamos, un tocapelotas amigos de los gays y los inmigrantes que no sólo pensará sino que gritará lo que piensa hasta que se oiga. Inaceptable.

Educar en igualdad, en realidad norte y sur, en valores... Pero, ¿qué clase de juventud han estado creando en nuestras escuelas sin enterarnos? Afortunadamente el ministro se ha percatado de este error y va a proceder a subsanarlo. Para empezar a retirar aquellas partes “polémicas” de la asignatura, ha decidido cambiarle el nombre. Ahora se llamará Educación Cívica y Constitucional, porque Ciudadanía y Derechos Humanos eran palabras problemáticas.

A los nuevos alumnos se les va a enseñar a adorar la Constitución sobre todas las cosas, aprenderán que hay derechos fundamentales y derechos de mentirijilla (como el de la vivienda), que sólo se garantizan si la diosa Banca lo permite, que luego están los derechos intocables como el de tener una monarquía y una Iglesia, y que si algo no gusta en Europa no es como si estuviese grabada en piedra, se puede cambiar en un fin de semana haya o no haya consenso, sacrificando la Soberanía a los mercados a cambio de su supuesta tranquilidad. Ante todo, la Constitución debe de ser flexible a ciertos intereses e implacable con el resto. Y eso sí, de homosexualidad ni hablar.

La verdad, a veces se me ocurre que la ignorancia debe de ser un descanso, y quizá es lo que ha pensado el señor Wert. No en vano fundó Demoscopia y fue presidente de Sofres. Sabe lo que la gente quiere porque ha estudiado las audiencias durante años. La gente quiere una lobotomía programada, y es mucho mejor empezarla desde pequeños. Mucho más humano y menos doloroso.

No deja de sorprenderme aún así lo kafkiano de la elecciones de ministros en nuestro Gobierno actual. Para Defensa, un fabricante de bombas de racimo. Para economía, un ex-Lehman Brothers. Para Cultura, el señor que les dice a las televisiones que la basura es lo que vende. Personalmente, creo que se han quedado cortos en el chiste, podían haber nombrado a la Esteban para presidir el Instituto Cervantes y al yernísimo Urdangarín para Administraciones Públicas.

Hoy, más que ayer pero menos que mañana, creo que necesito una lobotomía en defensa propia.

Fdo: Lilith.

* Ministerio de educación, cultura y deporte